Hace aproximadamente cinco años fue noticia el éxito de
una serie nacida en Internet conocida como Malviviendo.
A través de la plataforma de vídeos conocida por el nombre de YouTube, miles de
espectadores siguieron la ficción que narraba las vidas de cuatro jóvenes
marginales del barrio Los Banderilleros. Estos capítulos en clave de humor
fueron alcanzando cada vez más fama hasta el punto de que empezaron a
introducir cameos de actores como Antonio Dechent o Jorge Cadaval del dúo “Los
Morancos”.
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Jorge Cadaval interpretando un personaje secundario. |
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Antonio Dechent en un capítulo de la serie. |
La importancia de este fenómeno
masivo reside en cómo las web-series hoy en día pueden hacerse un hueco en el
panorama audiovisual. Las ventajas y facilidades de producir formatos a través
de este medio son innumerables. En primer lugar podemos afirmar que gracias a
dichas innovaciones tecnológicas el mundo audiovisual se ha democratizado. Y la
democratización viene causada por la comodidad. No se necesitan grandes platós
ni complejos aparatos para crear un formato, basta con una simple cámara y un
ordenador para después subir el vídeo a la Web. Asimismo esto no sólo implica
comodidad, sino que tampoco es necesario ya un costoso presupuesto.
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Cartel de la serie con sus protagonistas. |
Al interrogante del éxito de la
serie encontramos la respuesta en el mismo lugar, la digitalización. Las
herramientas digitales son un factor importante en cuanto a difusión, evidencia
respaldada por los múltiples vídeos virales que dan la vuelta al mundo en un
margen de tiempo escaso. La inmediatez de las nuevas plataformas, es decir que
con un simple clic obtengamos acceso a toda la información de la red sin
importar cuándo ni dónde, ha permitido la expansión de productos como las ya
citadas web-series.
Conviene aclarar que no todo el
logro de la serie recae en este pilar tecnológico. En parte se debe a su
calidad, sobre todo a los ingeniosos guiones de David Sainz, su creador.
Tampoco olvidar que pese a no contar con actores profesionales, algunas de las
interpretaciones son muy reseñables.
Malviviendo
puede significar una esperanza para todos aquellos realizadores interesados
en el ámbito audiovisual, un ejemplo que demuestra que para triunfar basta con
talento y no con dinero, contactos o una larga experiencia a nuestras espaldas.
Luis García Díaz
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