Definir este término no es nada fácil. Este fenómeno
desarrollado en el siglo XX y que perpetúa hasta nuestros días, puede ser
considerado una actitud filosófica, un periodo histórico o un movimiento
artístico, siendo éste último el campo en el que vamos a tratar.
La base del Posmodernismo se establece a partir
del concepto de pluralismo. Para empezar este rasgo, aparte de ser la esencia
de su naturaleza, también aparece en su ámbito de actuación. “Los límites han
desaparecido, el posmodernismo lo invade todo, las artes, la literatura, la
moda, la fotografía, el cómic.” (África Vidal, 1989)
Esbozaremos
sus características principales superficialmente:
·
Multiplicidad. Gracias a la
globalización (o por su culpa) se ha creado una argamasa fruto de todas las
culturas que traspasan las fronteras cada vez con más facilidad. Su naturaleza
antidualista como símbolo del apogeo de la diversidad. Es el movimiento de la
tolerancia.
·
Oposición completa al Modernismo. Al
contrario de lo que podamos intuir a raíz de su nombre, el Posmodernismo no es
un Modernismo tardío ni nada que se le pueda parecer, es su total negación.
Condena la filosofía monolítica de su precedente y aboga por la
desestructuración del objeto.
·
Simulación. Del mismo modo que el
Modernismo rechazaba exhaustivamente al pasado argumentando un nuevo lenguaje
artístico, el Posmodernismo defiende la simulación. Pretende impulsar la copia,
estamos en la era de la simulación. El concepto de originalidad queda
destruido.
·
Todo es meta-. “Lo real, la referencia, la causa objetiva ha dejado de
existir” (África Vidal, 1989). La incertidumbre que provoca que se comiencen a
cuestionar estos aspectos de lo real.
Ahora
bien, todos estos aspectos posmodernistas se ven con mayor claridad en el cine,
o más bien en los productos
audiovisuales. Podríamos asegurar que el cine es posmodernista por
naturaleza. Es muy fácil ligar estas cuatro características al séptimo arte:
los “remakes”, las continuas referencias a otras películas, la ciencia-ficción,
los finales abiertos, las libres interpretaciones, la hibridación de géneros,…
Por
citar alguna película posmodernista, encontramos un claro ejemplo de esta
actual corriente en Blade Runner (Ridley
Scott, 1982) máximo exponente del cine posmoderno donde confluyen la mayoría de
características del ya citado movimiento.
Luis García Díaz
Luis García Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario